domingo, 19 de junio de 2016

Haya de Historias - la leyenda


HAYA DE HISTORIAS - LA LEYENDA

  
  Cuenta la leyenda que hace mucho mucho tiempo existió un ser del bosque llamado Haya que desde que nació sintió predilección por las historias. Tanto es así que conforme pasaban los largos años de su vida eterna se dedicó a ir recolectando todos los mitos y leyendas que escuchaba en su inagotable memoria. Al principio únicamente viajaba de bosque en bosque, pero más tarde amplió su terreno a mares, campos, montañas, desiertos... Hasta que al final no hubo relato que desconociera.

  El ansia por escuchar nuevas hazañas le llevó a dejar su propio mundo y empezar a vagar por otras dimensiones. Al principio no fue consciente, pero después acabó dándose cuenta de que él mismo había empezado a forjar leyendas allí adonde iba. Este hecho le entusiasmó de tal manera que no tardó en empezar a adoptar diferentes formas y personalidades para enriquecer los mitos que formaba.

  Con el tiempo la gente cogió la costumbre de ir a visitar a esta leyenda viva a pedirle relatos, y se convirtió en uno de los seres más famosos de todos los universos, ganándose así el título de Guardián de las Historias. Pero el destino, siempre egoísta, quiso que se cruzara con la mismísima Envidia en persona, quién, celosa, no dudó en acudir a su prima Olvido para que le borrase la memoria al inmortal Haya.

  La suerte quiso que cuando Olvido se encontró con Haya ambos quedaran completamente enamorados, por lo que le dejó conservar la memoria. Seguros de sus sentimientos, no tardaron en jurarse amor eterno e ir juntos a todas las aventuras del Guardián. Pero existía un problema, Olvido no podía ser recordada una vez que se iban del lugar del que forjaban la leyenda, por lo que solo Haya, que no se separaba nunca de ella por miedo a olvidarla, la recordaba.

  Olvido comenzó a llamar a su amor Recuerdo, pues en su opinión eran contrarios y por eso se complementaban. Al decir esto pasaba por alto que Haya jamás podría ser una esencia eterna como lo era ella. Los años quisieron que poco a poco la memoria de Haya se marchitara debido a su continuo contacto con Olvido, haciendo así que tuvieran que inventar los libros y la escritura para conservar las historias más allá de la memoria.

  Pero llegó un momento en el que el Guardián de las Historias olvidaba más rápido que escribía. Por lo que tomó una gran decisión. Tras hablar con su amada se dispuso a ir al desierto solo. Una vez allí sacó todos las historias de su memoria y las transformó en una semilla que plantó con sumo cuidado e hizo crecer gracias a su magia. De la estéril tierra no tardó en emerger un enorme árbol por cuyo interior fluían los relatos. 

  Una vez hecho esto fue consciente de que empezaba a olvidar a una velocidad alarmante a su esposa. Esta no podía entrar en el recinto mágico que había creado y él necesitaba mantenerse allí alimentando con su magia el árbol. El rostro de Olvido comenzó a desdibujarse en la mente de Recuerdo. Sus manos, su cuerpo, su voz... Antes de poder darse cuenta gruesas lágrimas recorrían sus mejillas. Por último la olvidó a ella. Lo que jamás pudo olvidar fue el dolor que se quedó en su alma al echar en falta recuerdos.

  Olvido, lejos del campo de visión de Haya, también lloraba, consciente de que como Guardián de las Historias debería consagrar su vida a que creciera el árbol y que no podrían volver a verse. Supo que, al igual que el resto, había acabado olvidándola. Y sin embargo ella jamás podía olvidarle a él.

  Quiso morir, pero el Olvido no muere, por lo que esperó, sentada sobre las ardientes dunas de arena. Haya, sin embargo, aunque era eterno si podía deshacerse de un cuerpo material para ocupar otro. Por lo que en su último aliento traspasó su espíritu al árbol, finalizando así la creación del lugar mágico.

  Olvido llamó al árbol haya y se quedó eternamente sentada entre sus raíces. Viendo el paso de los años, los siglos, los milenios. Del haya cayeron semillas de nuevas historias hasta que el lugar acabó convertido en un frondoso bosque, al que de nuevo Olvido quiso darle otro de los nombres de su amado, Recuerdo.

  Y así nació el mito del Bosque del Recuerdo, el Haya de las Historias, y del  sacrificio que tuvo que hacer el Guardián para que los relatos prevalecieran a través de los siglos.


Esta historia ha sido inventada por mí, queda absolutamente prohibido cualquier tipo de adaptación o plagio.