La luna siempre ha sido objeto de admiración. Su
pálida belleza y su imponente presencia en el infinito inspiran a poetas y
enamorados. En la mitología griega, Selene era la diosa de la luna, hermana de
Helios, el sol, y de Eos, la aurora. Selene fue protagonista de muchas
historias de amor, pero su romance con Endimión fue el más profundo y su más
bonita leyenda de amor.
Endimión, también de origen divino y nieto de Zeus, rey de los dioses,
era un pastor de Caria. Había ocupado el trono de Elida, pero luego de ser
destronaron, busco refugió en el monte Larmos y se dedicó a al campo y a los
astros, enamorándose de la luna, la única compañía además de su soledad.
Todas las noches, después de realizar sus tareas
diarias, dormía profundamente dentro de la cueva que le servía de morada. Pero
si el tiempo era bueno, se tumbaba desnudo junto a la puerta de la cueva a
dormir al aire libre. Endimión contemplaba a Selene y su corazón se nutría de
un amor silencioso, hasta caer dormido.
Selene no sabía nada del gran amor que había
inspirado en el pastor, pero una noche bajó a la tierra, le vio dormido y
desnudo y le amó. Desde entonces le visitó todas las noches, le encontró
siempre dormido, y se recostó junto a él sin despertarle. Así, dormido él y
ella despierta, se amaron por mucho tiempo.
La diosa ignoraba la fascinación del pastor hacia
ella, y él tampoco sabía que durante sus sueños se volvía objeto de amor de la
diosa. Hasta que una noche Endimión despertó en pleno amor y se enteró de que
era el amante de la diosa. Ambos se confesaron su amor secreto y la felicidad
los envolvió. Pero entonces entró un temor en él, ya que había pasado el tiempo
y su cuerpo comenzaba a marchitarse. Le pidió a Selene que le concediera
juventud eterna con su poder divino. Ella recurrió a Zeus y éste decidió que
Endimión no sufriría el paso del tiempo mientras estuviese dormido; sólo
envejecería durante la vigilia.
Endimión le hizo prometer a Selene que lo acompañase
siempre con él durmiera. De ese modo, él no envejecería y siempre que se
despertaría feliz. Pero entonces, cuando estuviese despierto, ella no estaría.
No se conoció ni explicó un final para ninguno de
los dos. El mito hace creer que Selene y Endimión continúan amándose en
silencio en algún rincón remoto de la tierra.
Texto sacado de aquí
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