martes, 9 de mayo de 2017

Caos: la creación del universo



La entrada de hoy va a ser un poco diferente, porque he pensado: ¿Qué mejor manera de contar el origen del universo según la mitología griega que citando a Ovidio? Así que aquí os la dejo. Pondré la definición de las palabras destacadas al final.

      Antes del mar y de las tierras y lo que cubre todo, el cielo, 5
uno era de la naturaleza, el rostro en todo el orbe,
al que dijeron Caos, ruda e indigesta mole
y no otra cosa sino peso inerte, y, acumuladas en él,
unas discordes simientes de no bien juntadas cosas.

Ningún Titán todavía al mundo ofrecía luces, 10
ni nuevos, creciendo, reparaba sus cuernos Febe,
ni en su circunfuso aire pendía la tierra,
por los pesos equilibrada suyos, ni sus brazos por el largo
margen de las tierras había extendido Anfitrite,
y por donde había tierra, allí también ponto y aire. 15

Así, era inestable la tierra, innadable la onda,
de luz carente el aire: en ninguno su forma persistía,
y estorbaba a los otros cada uno, porque en un cuerpo solo
lo frío pugnaba con lo cálido, lo húmedo con lo seco,
lo muelle con lo duro, lo sin peso con lo que tenía peso. 20
     
Esta lid un dios y una mejor naturaleza dirimió,
pues del cielo las tierras, y de las tierras escindió las ondas,
y el fluido cielo segregó del aire espeso.
Las cuales cosas, después de que las separó y eximió de su ciega acumulación,
disociadas por sus lugares, con una concorde paz las ligó: 25

la fuerza ígnea y sin peso del convexo cielo
rieló, y un lugar se hizo en el supremo recinto;
próximo está el aire a ella en levedad y en lugar;
más densa que ellos, la tierra, los elementos grandes atrajo
y presa fue de la gravedad suya; el circunfluente humor 30
lo último poseyó, y contuvo al sólido orbe.



     Así cuando dispuesta estuvo, quienquiera que fuera aquel de los dioses
esta acumulación sajó, y sajada en miembros la juntó:
en el principio, la tierra, para que no desigual por toda
parte fuera, en forma la aglomeró de gran orbe; 35
entonces a los estrechos difundirse, y que por arrebatadores vientos se entumecieran
ordenó, y que a la rodeada tierra circundaran los litorales;

añadió también fuentes y pantanos inmensos y lagos,
y las corrientes declinantes ciñó de oblicuas riberas,
las cuales, diversas por sus lugares, en parte son sorbidas por ella, 40
al mar arriban en parte, y en tal campo recibidas
de más libre agua, en vez de riberas, sus litorales baten;

ordenó también que se extendieran los llanos, que se sumieran los valles,
que de fronda se cubrieran las espesuras, que se elevaran lapídeos montes;
y, como dos por la derecha y otras tantas por su siniestra 45
parte, el cielo cortan unas fajas (la quinta es más ardiente que aquellas),
así distinguió la carga en él incluida con el número mismo
el cuidado del dios, y otras tantas llagas en la tierra se marcan;

de las cuales la que en medio está no es habitable por el calor;
nieve cubre, alta, a dos; otras tantas entre ambas colocó 50
y templanza les dio, al estar mezclada con el frío la llama.
     Domina sobre ellas el aire, el cual, en cuanto es el peso del agua
que el peso de la tierra más ligero, tanto es él más pesado que el fuego;
allí también las nieblas, allí aposentarse las nubes
ordenó, y los que habrían de conmover, los truenos, a las humanas mentes, 55
y con los rayos hacedores de relámpagos los vientos.

     A ellos también no permitió el artífice del mundo que por todas partes
tuvieran el aire; apenas ahora se les impide a ellos,
cuando cada uno regenta sus soplos por diverso trecho,
que destrocen el mundo: tan grande es la discordia de los hermanos. 60


El Euro a la Aurora y a los nabateos reinos se retiró,
y a Persia, y a las cimas sometidas a los rayos matutinos;
el Anochecer y las playas que con el caduco sol se templan
próximos están al Céfiro; Escitia y los Septentriones
el horrendo los invadió Bóreas; la contraria tierra, 65
con nubes asiduas y lluvia, se humedece por el Austro.
De ello encima impuso, fluido y de gravedad carente,
el éter, y que ninguna cosa de la terrena hez tiene.

     Apenas así con lindes había cercado todo ciertas,
cuando, las que presa mucho tiempo habían sido de una calina ciega, 70
las estrellas empezaron a bullir por todo el cielo,
y para que región no hubiera alguna de sus vivientes huérfana,
los astros poseen el celeste suelo y las formas de los dioses,
cedieron, para que las habitaran, a los nítidos peces las ondas,
la tierra a las fieras acogió, a los voladores el agitable aire. 75
     
Más santo que ellos un viviente y de una mente alta más capaz
faltaba todavía, y que dominar en los demás pudiera:
nacido el hombre fue, ya si a él con divina simiente lo hizo
aquel artesano de las cosas, de un mundo mejor el origen,
ya si la reciente tierra, y apartada poco antes del alto 80
éter, retenía simientes de su pariente el cielo.

A la cual, el hijo de Jápeto, mezclada con pluviales ondas,
la modeló en la efigie de los que moderan todo, los dioses,
y aunque inclinados contemplen los demás vivientes la tierra,
un rostro sublime al hombre dio y el cielo ver 85
le ordenó y erguido hacia las estrellas levantar su semblante.
Así, la que ora había sido ruda y sin imagen, la tierra
se vistió de las desconocidas figuras, transformada, de los hombres.


Definiciones (en orden de aparición):

Orbe: mundo (conjunto de todo lo existente).
Caos: en algunos relatos cosmogónicos griegos, el Caos es aquello que existe antes que el resto de los dioses y fuerzas elementales, es decir, el estado primigenio del cosmos.
Mole: cosa muy pesada y voluminosa.
Simiente: semilla
Titán: raza de poderosas deidades que gobernaron durante la legendaria Edad de oro.
Febe: era una de las titánides originales
Anfitrite: era una antigua diosa del mar tranquilo, que se convertiría en esposa de Poseidón
Ponto: mar (masa de agua salada).
Pugnar: batallar, contender o pelear.
Muelle: delicado, suave, blando.
Lid: combate, pelea.
Dirimir: deshacer, disolver, desunir, ordinariamente algo inmaterial.
Escindir: cortar, dividir, separar
Eximir: librar, desembarazar de cargas, obligaciones, cuidados, culpas, etc.
Disociar: separar algo de otra cosa a la que estaba unida.
Ígneo: de fuego o que tiene la naturaleza del fuego.
Convexo: curvado hacia fuera, como el exterior de un cuenco.
Rielar: 1.Vibrar, temblar. / 2.Brillar con luz trémula.
Humor: humorismo (modo de presentar la realidad).
Sajar: hacer un corte a alguien en la carne.
Orbe: esfera celeste o terrestre.
Circundar: cercar, rodear algo o a alguien.
Litoral: costa de un mar, país o territorio.
Declive: pendiente, cuesta o inclinación del terreno o de la superficie de otra cosa.
Sorber: absorber, tragar.
Fronda: conjunto de hojas o ramas que forman espesura.
Lapídeo: de piedra.
Faja: franja mucho más larga que ancha.
Regentar: ejercer un cargo ostentando superioridad.
Trecho: espacio, distancia de lugar o tiempo.
Euro: viento del Este.
Aurora: diosa romana del amanecer, equivalente a la griega Eos.
Nabateo: que pertenecía a un pueblo nómada del noroeste de Arabia, entre el mar Rojo y el río Éufrates.
Caduco: perecedero (poco durable).
Céfiro: dios del viento del Oeste.
Escitia: región euroasiática habitada por los pueblos escitas desde el siglo VIII a.C. hasta el II d. C.
Septentriones: vientos del Norte
Bóreas: dios de los vientos del Norte
Austro: dios de los vientos del Sur
Éter: elemento más puro y más brillante que el aire
Calina: calima (accidente atmosférico consistente en partículas de polvo o arena en suspensión, cuya densidad dificulta la visibilidad).
Bullir: moverse como dando señal de vida.
Jápeto: titán hijo de Urano y Gea.
Hijos de Jápeto: Atlas, Prometeo, Epimeteo y Menecio.
Ora: ahora.